[Lee también los capítulos (1) , (2), (3) y (4) de esta entrada]
Germinados de Azuki en un germinador de botellas de leche recicladas |
Ya hemos probado con semillas de soja verde y de azuki, y en breve exploraremos legumbres menos exóticas. Lo hemos hecho así:
- Hemos trasladado en cultivo del balcón a la cocina, para evitar posibles contaminaciones y para mantener la temperatura más estable.
- Se dejan las semillas previamente en remojo un par de días, depende del tipo de semilla, hasta que asome la primera puntita de raiz.
- Entonces se pasan al piso de arriba del germinador, una especie de colador.
- No es necesario que el agua llegue a mojar las semillas, es suficiente con que les llegue la humedad que sube del depósito de agua.
- El germinador debe estar más o menos protegido de la luz, al menos hasta que aparezcan las hojas.
- Para que el agua no se estropee, hemos echado vinagre de manzana, solo unas gotas es suficiente para que el agua aguante limpia 2 o 3 días, y no será un exceso que estropee la plantación.
- Aun así, hemos cambiado el agua y regado las semillas casi diariamente.
- Y entre una semana y diez días después tenemos el resultado que se ve en las fotos
Germinador reciclado |
Como se puede apreciar en las fotos, hemos dejado de usar el germinador que compramos. El contenedor se quebró. Un poco desencantados por el proceso, decidimos continuar, pero sin gastar en nuevas infraestructuras. Construimos un germinador casero a partir de dos botellas de leche. Está formado por una cazoleta que hace de contenedor de agua. Otra cazoleta se ensarta sobre la primera, a esta última le hemos hecho unos agujeros para que haga el papel de "colador". Y una tapa hecha con la parte superior de una botella.
Estamos muy orgullosos de nuestro artilugio, con el que hemos cosechado grandes éxitos. Sin embargo, hay que reconocer que sufría algunos problemas técnicos, de estabilidad, más que nada. El colador se volcaba sobre la cazoleta de abajo y la tapa se caía todo el tiempo.
Germinador casero |
He buscado a mi alrededor algún modelo comercial, me encantaría encontrar una de esas preciosidades de terracota, pero no lo hay. Así que hice algo que se me da bien: buscar un apaño. Y he empezado a usar esta maravilla de un "todo-a-cien" del barrio. En realidad en la caja dice que es un cocedor de huevos para microondas, pero tiene todos los elementos que necesitamos: una cazoleta, un colador y una tapa ¡que encaja bien!
Ya no quiero el de terracota :D
Por cierto, recordando el objetivo principal que nos llevó a lanzarnos a la agricultura doméstica, que era animar a los Pekes a comer algo diferente, tengo que reconocer que el experimento ha sido un completo fracaso. La primera vez que recogí unos cuantos brotes y los eché en la ensalada, abrieron muuuuuuuuuucho los ojos y preguntaron:
- Pe-pe-pero Mamá ¿te vas a comer las semillitas? ¡Las semillas no se comen!
Así me he convertido en la principal consumidora de nuestro huerto. Me estoy zampando unas ensaladas ssspectaculares.
felicitaciones
ResponderEliminarParecéis maños jejeje (por lo testarudos ;-))
ResponderEliminar:D :D :D Gracias!
ResponderEliminarLa verdad es que vivimos en un equilibrio de testarudeces enfrentadas ;)