La TV ¿estimula la imaginación?

Este verano nos alojamos unos días, gracias a la hospitalidad de los abuelos, en un piso frugalmente amueblado. Me encantan los pisos vacíos (¿quien lo diría viendo el mio?), permiten jugar a muchísimas cosas que no se te ocurrirían rodeado de juguetes.

Una mañana me encontré a los Pekes muy formales, sentados en esas dos sillas frente al ventanal. Su conversación era más o menos la siguiente:

• Ella: Papi, Papi, ponme mi peliiiiiiiiiii, porfaaaaaaaaaaaaaaaa

(No había TV)

• Él: Vaaaaaaaaaale, nena. Te la pongo si me das el mando a distancia

(No, tampoco había mando a distancia)

• Ella: Es que no lo encuentro
• Él: ¿Te ayudo a buscarlo?
• Ella: ¡Mira Papi, aquí está! JAJAJA Se había caido debajo de mi silla (Se baja de la silla, recupera el mando imaginario y, con gran trabajo, se vuelve a trepar)
• Él: Gracias ¿Qué peli quieres?
• Ella: Mickey Mouse y la peli de Aurora (La Bella Durmiente)
• Él: La de Aurora no la tenemos ¿Te pongo la de Blancanieves?
• Ella: NO, yo quiero la de Aurora
• Él: Pero es que no la tenemos, esa en esta TV no está ¿entiendes? no te la puedo poner
• Ella: Bueeeeeeeeeeno, entonces Blancanieves

Él extendió su dedito hacia la ventana, puso la peli, y la vieron un buen rato con mucha atención, contaron enanitos, le dieron una paliza a la madrastra, animaron al príncipe,... vamos, que ellos la estaban viendo.

A veces la TV estimula la imaginación