Toalla-poncho para padres atribulados

Siempre me ha parecido muy primitivo que las toallas de piscina/playa sean un simple trozo rectangular de tela. Para cubrirse con ellas hay que enrollarse, pinzarlas, sujetarlas. Siempre llegan con las justas, siempre se queda la espalda mojada y encima hay que andar con 100 ojos para que no se caigan.

Es un problema tonto, sí, hasta que vas con dos niños una tarde a la piscina y te faltan manos para andar sujetando la toallita mientras vas y vuelves 15 veces con los niños, y pasas de la toallita, ¡y te da un lumbago!

Se impone un esfuerzo de rediseño...

La primera propuesta es un poncho con abertura delantera. Está realizado a partir de dos toallas idénticas, tamaño de ducha. Se colocan una al lado de la otra y se unen con una costura doble la mitad del recorrido, que queda a la espalda del poncho.

Toalla-poncho con abertura delantera

La segunda idea es un poncho con capucha. Para esta se ha elegido una toalla de baño especialmente grande, pero igualmente se podía haber realizado con dos toallas más pequeñas unidas a lo largo. La capucha es una toalla de tocador a juego. Se dobla por la mitad la toalla pequeña y se hace la costura superior de la capucha. Se dobla por la mitad la toalla grande y se presenta la capucha en el centro de la parte superior para cortar una abertura del tamaño de la capucha. Y se unen ambas piezas con una costura simple para que queden tal como muestra la imagen.

Toalla-poncho con capucha