Vivimos en la ciudad, no tenemos jardín, nuestro balcón no es lo más apropiado para que aniden los pájarillos, pero ¿qué más da?
Les hemos hecho a nuestros pájaros imaginarios una casita muy cuca con algunos cartones, procedentes de los envoltorios de regalos de Reyes, un lápiz, nuestras témperas nuevas y mucha paciencia.
Estamos orgullosísimos de cómo ha quedado. No debe extrañar que el color final no coincida con el de la foto de arriba: cada vez que se secaba una capa los artistas decidían que había que aplicar otra. Así que aún no sabemos si el resultado final será el que se muestra...
lunes, 24 de enero de 2011
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Muy linda, y además no queda nada para que llegue la primavera; seguro que más de uno os solicita arriendo.
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