sábado, 28 de septiembre de 2013

Brico-Luthiers

 Este verano a la peke se le antojó una guitarra de las que venden en los puestos callejeros. Yo me resistí un popco porque la verdad es que cargar con un trasto que no se va a poder tocar... Pero al verla de cerca, resulta que estaba hecha de madera, el clavijero era de verdad, y las cuerdas también. O sea, aunque fuera malona, se podía afinar.

La peke se pasó toda la tarde ensayando acordes y, de vez en cuando, me pedía que la reafinara. Hasta que me di cuenta de que en realidad se destensaba porque se estaba despegando el mástil.



Era muy difícil que aguantara el pegamento, era poca superficie y además las cuerdas están permanentemente tirando del mástil hacia delante. Nos hacía falta un refuerzo. Utilizamos una tablilla de un marquito de madera que parece estar hecho para este fin, hasta la curva de la madera pega con la de la guitarra. Y le pusimos un tornillo para asegurarlo al mástil.

Ahora ya se puede tocar la guitarra con confianza. Sigue siendo malona y sonando un poco a chatarra, pero a chatarra afinada ;)

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