Bandolera corta

En esta ocasión es un fular cortito para llevar en el bolso. Está hecho con un pareo de gasa de aproximadamente 1,70m de largo x 0,90m de ancho y anillas de acero de una tienda de náutica.

Es una bandolera portabebés muy ligera y poco voluminosa, para tener siempre a mano, y de un material especialmente fresco, para poder usarlo en el caluroso verano que sufren sus futuras dueñas. El extra de ancho (normalmente un fular suele tener entre 0,50 y 0,75m de ancho) permitirá acomodarlo fácilmente a la espalda de la bebé, incluso cubriendo la cabeza si se duerme.

El único truco que tiene su confección es el plegado de la tela para coserla a las anillas. No se puede hacer una costura simple, como en nuestra Bandolera de tela de paracaidas, porque la gasa se desgarraría con el peso. Por eso es imprescindible plegar la tela. Para el caso hemos escogido el plegado C del diagrama.

Las anillas también son mucho más pequeñas que lo habitual en bandoleras. Con una tela tan fina, las anillas pequeñas facilitan el ajuste y evitan que se afloje el cierre con el peso. Estan son de aprox. 3cm de diámetro.

Y para aprender a usarlo, un buen manual de Babylonia.be (en inglés)